Versigglhof
Servicios principales
- The lagest option:
- 2 huéspedes
- 2 camas
- 1 dormitorio
Ubicación
Versigglhof Villa Appiano Sulla Strada Del Vino está situada a unos 15 minutos en coche del Museo de Arqueología del Tirol del Sur y ofrece senderismo, esquí y ciclismo para los huéspedes activos. Con terraza, campo de golf y TV vía satélite de pantalla plana, el agroturismo se encuentra a 10 minutos en coche del Brigl Josef Weinkellerei.
El centro de la ciudad de Appiano Sulla Strada Del Vino está a 30 minutos a pie, y los lugares para practicar deportes, como Palasport, a unos 4 km. Los amantes de la historia disfrutarán visitando el Castel Mareccio, situado a 7 km. Situada a una distancia de 7 km de Church of the Sacred Heart, la Versigglhof Villa es uno de los destinos favoritos de fieles y turistas.
Con vistas al jardín, el interior cuenta con TV con canales por satélite y TV de pantalla plana con canales vía satélite para el entretenimiento de los huéspedes. Además de sofá y escritorio, el interior presenta ventanas insonorizadas. Los cuartos de baño están equipados con bidé, inodoro separado y ducha, secador de pelo y gorros de ducha.
La pequeña cocina dispone de hervidor eléctrico, nevera y cristalería para que los huéspedes puedan preparar sus comidas. El aeropuerto Bolzano está a 15 minutos en coche.
Reseña de un crítico de hotel
Qué maravilla de lugar es Versigglhof! Ubicado en medio de plantaciones de manzanas, el departamento donde nos hospedamos tiene unas vistas impresionantes a la montaña que te dejan sin aliento. La modernidad y el equipamiento del alojamiento lo hacen ideal para poder descansar tras un día explorando la hermosa región de Trentino Alto Adige. Michaela, nuestra anfitriona, fue súper cordial y siempre dispuesta a ayudar, lo que hizo nuestra estadía aún más especial. Además, la posibilidad de disfrutar de actividades al aire libre como esquí o ciclismo en las cercanías, sumado al enorme jardín y la terraza para relajarte, realmente hace de este lugar un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y la buena cocina. Sin duda, una de las mejores experiencias de mi vida. ¡Hasta pronto, Versigglhof!